Con una elección que se anticipa como una de las menos participativas de la historia reciente en nuestro país, cabe preguntarse por las razones que provocan tan alta abstención entre los votantes. Para muchos, es la expresión del descontento ciudadano frente a las mismas opciones que logran volver a imponerse una y otra vez en el poder, donde los votos blancos o nulos pasan a ser sólo mudos testigos de esta insatisfacción.

Pero… ¿y si pudieran ser más que eso?

Fue en Colombia donde los legisladores pensaron en dotar a los votantes con un modo efectivo de validar su descontento. Esto porque desde 2011, todas las papeletas de elecciones presidenciales, municipales o legislativas, incluyen entre sus opciones al contendor más temido por los candidatos cafeteros: el voto en blanco.

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