Reedición Nº2

Considerando que mi última reedición de artículos fue en diciembre de 2013, puedo concordar con ustedes en que esto no va avanzando muy rápido. Lo irónico es que tuvo que ser mi propia esposa quien insistiera para que finalmente reeditara una de los historias que más me habían solicitado volver a leer: «Entre tú y mil mares«.

Acercándome a la década desde aquellos acontecimientos (vaya cómo pasa el tiempo), la historia acabó por sorprenderme a mí mismo. A estas alturas había olvidado muchos detalles, los que casi me produjeron un shock emocional al recordarlos. Sí, me sigue emocionando.

Algunos puntos importantes:

– Aunque se ven toscas, quise conservar las fotos originales. Modestia aparte, creo que fueron muy bien elegidas para transmitir lo que sentí en cada situación. Lástima que algunas de ellas se perdieron en el transbordo. Reflexionaré (durante otro año) si conviene reemplazarlas.

– Estuve tentado a intervenir algunas partes del relato que me parecieron demasiado sosas ahora que ha transcurrido el tiempo, pero al final pensé que era mejor mantener todo como estaba en su forma original. Apenas me atreví a corregir una mayúscula que había pasado por alto.

Espero que disfruten (o vuelvan a disfrutar) leyendo mis desventuras. Para mí sigue siendo un orgullo mirar atrás y, pese a la aparente derrota, salir airoso por el solo hecho de decir «lo hice«.

Un «Y si hubiera hecho…» menos del que preocuparme cuando esté en mi lecho de muerte.

2 comentarios

  1. Que espectacular relato y experiencia, gracias por compartirla!

  2. El relato es de los mejores que he leido, muy emocionante…

    En mi caso le estoy escribiendo una carta a mi hijo desde que nació, ya tiene 10 años, y aun le escribo pero mas distanciado, espero poder regalársela cuando sea mayor, no se exactamente cuando… pero cada vez que la reviso, he estado igual tentado a modificar algunas partes, pero después me acuerdo de las emociones que sentía cuando las escribía que ni siquiera le modifico la ortografía… eso lo estudiaré…
    En tu caso cada cosa «sosa», es una parte importante de tu relato.

    Saludos