Definitivamente, la parte más difícil de ser jefe es despedir a alguien.
Es posible que les huela a cierta hipocresía esta afirmación considerando que la ‘víctima’ es la contraparte, pero no se engañen. Salvo que seas una bestia sin corazón (o que trabajes en Cencosud y a tus empleados sólo los veas como celdas de Excel) no saldrás de la experiencia indemne.
Terminar una relación contractual puede llegar a ser peor que terminar una relación amorosa. No sólo porque separas a alguien de las personas con quienes compartía a diario durante más tiempo del que pasaba con su propia familia, sino porque también lo dejas abruptamente sin una fuente de ingresos.
De ahí que las reacciones frente a la noticia puedan ser muy variadas.